La educación de los niños empieza en casa y no podemos pretender que en la escuela se encarguen de formarlos al 100%.
Aunque no es tarea fácil, requiere de mucha responsabilidad, paciencia y disciplina; esta educación es mejor hacerla cuando el niño está pequeño, porque a esa edad es más fácil corregir ciertas conductas.
Hay que tener presente que los niños pequeños no aprenden con las palabras sino con el ejemplo que les demos. Ellos imitan lo bueno y lo malo que ven y escuchan de los mayores, así que es muy importante cuidar nuestro comportamiento y lenguaje.
Los niños deben aprender desde pequeños buenos modales, como son saludar, comportarse en la mesa y aprender sobre las jerarquías, es decir, que en casa se respeta y obedece lo que los padres digan.
Para que sean personas imparables, desde pequeños hay que hacerles entender que los errores no son fracasos sino son peldaños para el crecimiento personal y profesional, además, que hay que seguir intentando con nuevos métodos hasta conseguir el objetivo trazado.