¿Se necesita “perder a alguien” para creer?

Hasta entonces, es cuestión de mantenerse vivo. Lewellen, residente de Detroit, continúa diciendo a cualquiera que le escuche, ya sea en los medios sociales o en reuniones socialmente distantes, lo serio que es este momento nacional.

“Quiero decir, ¿qué se necesita para que la gente escuche, perder a alguien?”, dijo.

Lewellen, que contrajo el virus el verano pasado, aparentemente de su hijo asintomático de 3 años, tuvo una experiencia infernal en el hospital. Su respiración era tan superficial que los médicos temían que tuvieran que reiniciar su corazón. Una vez en casa, estuvo sin trabajo durante dos meses, sufriendo de neblina cerebral e insomnio.

Y eso palideció cuando se comparó con la estadía de 10 días de su madre por el COVID-19, que según Lewellen la dejó con cataratas en los ojos que sólo recientemente fueron removidas.

Mientras Lewellen tiene la esperanza de que las vacunas traigan un bienvenido alivio en algún momento del 2021, por el momento se prepara para una batalla para mantener a los que la rodean a salvo.

“Seguiré haciendo todo lo que pueda para hacer correr la voz de que la gente debe tener mucho cuidado”, dijo Lewellen. “Sé que la gente está realmente fatigada por las máscaras y las restricciones, pero esto no ha terminado.”