Comer al aire libre es una actividad muy atractiva para muchas personas. Este es un acto que parece inofensivo, pero puede llegar a afectar la salud de las personas.
Los humanos no pueden estar libres completamente de la exposición a las bacterias y por fuera de casa, el riesgo aumenta, porque la higiene no es igual.
Se debe de tener mucho cuidado cuando comemos en sitios callejeros ya que la mayoría de ellos no tienen las mejores prácticas de higiene, es más, algunos de estos lugares no tienen baños, lavamanos, ni siquiera gel antibacterial.
Otro aspecto a tener en cuenta, es la temperatura de los alimentos. La comida que se sirve caliente, debe estar caliente y lo mismo ocurre con la comida fría.
No se deben dejar alimentos perecederos a temperatura ambiente por mucho tiempo. En época de verano aumentan las posibilidades de enfermarse por alimentos contaminados, ya que esa estación, proliferan bacterias como la salmonella y e E-coli.
Cada año aproximadamente 75 millones de personas se enferman por alimentos contaminados. Las personas pueden confundir los síntomas de las enfermedades causadas por alimentos contaminados con otros problemas digestivos, pero es algo distinto y requiere de atención médica.