Canadá recibió un duro golpe cuando los funcionarios de salud pública dijeron que las entregas de vacunas se retrasarían y sus medidas contra Covid-19 todavía no están funcionando para controlar un virus resurgente.
“Tenemos que agachar la cabeza, esta es nuestra mejor manera de pasar las próximas semanas de invierno”, dijo el Primer Ministro Justin Trudeau durante una conferencia de prensa en Ottawa. “Hemos visto el tipo de decisiones imposibles que los hospitales de otros países han tenido que afrontar cuando se ven abrumados, decidiendo quién obtiene una cama en la UCI y quién no. Bueno, no es ahí donde queremos estar”.