Anteriormente, los padres educaban a sus hijos de una manera muy estricta, y si los niños hacían berrinche o desobedecían, tenían como consecuencia un castigo que muchas veces era físico.
Actualmente, debido a las exigencias de la sociedad, los padres no pueden dedicar mucho tiempo a sus hijos y esto ha ocasionado que se críen niños con el síndrome del emperador.
¿Por qué? Tal vez los padres se sientan “culpables” por el poco tiempo que pueden compartir con sus hijos y para compensarlos acceden a sus caprichos, causándoles un daño muy grande.
La autoridad ya no está en manos de los padres, sino que son los niños los que mandan. Así, cuando son niños mandan sobre sus padres y después quieren hacerlo con cualquier otra persona.
Las características de un niño emperador son:
- No tienen empatía con los demás
- No sienten culpabilidad, ya que piensan que la culpa siempre es de los otros
- Poco o ningún sentido de la responsabilidad
- Muy baja tolerancia a la frustración
- Poca tolerancia al aburrimiento
- Si no reciben lo que quieren, sufren ataques de ira, gritan e insultan a sus padres
- Son individualistas y egoístas
- Necesitan tener la atención de los demás
- Son caprichosos