El Covid-19 llegó a nuestras vidas hace más de un año y aún no se ha podido controlar por completo, aunque ya contamos con las vacunas correspondientes.
Muchos estudios han encontrado que la circulación de aire es un factor muy beneficioso para reducir el contagio del coronavirus. Se ha comprobado que es más probable contagiarse cuando permanecemos en espacios cerrados en comparación con los espacios abiertos como son la calle, parques, plazas, etc.
Es esencial que las personas que permanecen en espacios cerrados atiendan estrictamente las medidas de lavado de manos, distanciamiento social y uso correcto de la mascarilla. Además, se debe mejorar la ventilación del lugar para mejorar las posibilidades de mantenerse sanos.
La OMS recomienda las siguientes estrategias para mejorar la ventilación en áreas cerradas:
• Privilegiar la ventilación natural, abriendo las ventanas y todas las entradas de aire fresco.
• Si el lugar cuenta con sistema mecánico de aire, se debe aumentar el porcentaje de aire externo, y en lo posible, en un 100 %.
• Verificar y cambiar constantemente los filtros de ventilación artificial.
• Poner a funcionar el sistema de ventilación por lo menos 2 horas antes de que el espacio sea ocupado y otras dos horas después de que el área sea desocupada.