Ronald Reagan marcó la pauta para juzgar el éxito de un presidente cuando, como candidato al cargo en 1980, preguntó a los estadounidenses: “¿Están mejor que hace cuatro años?”
Es una prueba que los historiadores dicen que Donald Trump ha fallado.
Trump, cuya presidencia termina el miércoles después de cuatro años tumultuosos, deja tras de sí una nación gravemente herida por un intento de insurrección, marcada por las divisiones raciales y políticas que él inflamó, asolada por una mortal pandemia de coronavirus cuya gravedad minimizó inicialmente, y paralizada por las dudas de muchos de sus ciudadanos sobre los principios democráticos como el estado de derecho, un proceso electoral justo y una prensa libre y desinhibida.
“Sospecho que será el peor presidente de la historia de los Estados Unidos”, dijo el historiador y autor Ron Chernow, que ha escrito biografías de George Washington, Ulysses Grant y Alexander Hamilton.