Cuando duermes profundamente en las noches, se ve reflejado en tu estado de ánimo al día siguiente, ya que te sentirás descansado, relajado y con mayor energía para realizar las actividades que se requieran.
Algunas veces los problemas o situaciones llevan a que duermas poco o mal, y en esos casos podrías requerir de ayuda profesional; también, la falta de sueño llega de manera repentina, para lo cual te damos estos consejos que te servirán de mucha ayuda.
Primero que todo debes analizar tus hábitos de sueño ya que algunos pueden afectarlo; y, aunque muchas personas pueden dormir tranquilamente 8 horas cada noche, otros se sienten descansados con menos horas siempre y cuando sea un sueño profundo.
CENA
Cuando consumimos una comida muy pesada, es improbable conciliar el sueño; otros logran conciliarlo, pero unas horas más tarde deben levantarse al baño, especialmente si los alimentos consumidos son ricos en grasa y calorías.
Lo ideal es cenar algo ligero y dos horas antes de acostarte.
Evita consumir cafeína y alcohol, porque también afectan tu sueño.
CAMA
La cama debe usarse para lo que es: dormir. Si pasas mucho tiempo en tu cama, comes y trabajas en ella, al final del día será más difícil conciliar el sueño.
EJERCICIO
Es indispensable realizar ejercicio físico para mejorar la salud. Pero no es conveniente que realices ejercicios extenuantes antes de ir a la cama en las noches.
RELAJACIÓN
Muchas veces las preocupaciones y los pensamientos innecesarios no te permiten dormir bien.
Tampoco se recomienda usar y dejar encendidos los aparatos electrónicos, televisión y celulares antes y durante el sueño.
Lo ideal sería hacer ejercicios de relajación utilizando la respiración consciente.