La Unión Europea está denunciando a los fabricantes de vacunas AstraZeneca (AZN) y Pfizer (PFE) por los retrasos en las entregas que podrían ralentizar su recuperación de la pandemia. Las autoridades amenazan incluso con restringir las exportaciones y emprender acciones legales a medida que aumenta el enfado.

AstraZeneca no podrá entregar tantas dosis de su vacuna como prometió, según funcionarios de la UE, lo que pone en riesgo los planes de despliegue del gobierno y la recuperación económica. La noticia llega después de que Pfizer dijera la semana pasada que había entregado menos dosis de su vacuna de lo previsto.

La Comisaria de Sanidad de la UE, Stella Kyriakides, expresó el lunes su descontento con las conversaciones con AstraZeneca y dijo que éstas continuarían. Dijo que la farmacéutica “tiene la intención de suministrar en las próximas semanas un número de dosis considerablemente menor que el acordado y anunciado”.

Los países de la UE que contaban con las vacunas para frenar la crisis sanitaria y reactivar sus economías se ven ahora obligados a modificar sus planes. El viceministro italiano de Sanidad, Pierpaolo Sileri, declaró el domingo al canal de televisión Rai 1 que las personas mayores de 80 años se vacunarían cuatro semanas más tarde de lo previsto como consecuencia de los retrasos.