El mayor fabricante de automóviles de Europa dijo en un comunicado que la “movilidad vertical” podría ser el siguiente paso después de la tecnología de auto-conducción. “Por ello, estamos investigando posibles conceptos y socios en un estudio de viabilidad en China para identificar la posibilidad de industrializar este enfoque”, añadió.

China es el mayor mercado automovilístico del mundo y también el mayor cliente de Volkswagen. La noticia llega en un momento en el que el fabricante de automóviles alemán está dando un gran impulso a los coches eléctricos. El año pasado entregó más de tres veces el volumen de vehículos eléctricos de batería que entregó en 2019, mientras que las entregas de híbridos enchufables se dispararon un 175% hasta las 190,500 unidades.

Pero la “movilidad vertical” plantea muchos más obstáculos que la movilidad eléctrica, como la seguridad y la fiabilidad. Los vehículos voladores tendrían que operar en un espacio aéreo saturado, cerca de pequeños drones y aviones tradicionales, y también necesitarían un marco regulatorio, que podría llevar años.