Después de evitar una condena en su segundo juicio de destitución, el expresidente Donald Trump se enfrenta a nuevas e importantes amenazas legales, ya que los fiscales de Georgia se han unido a los de Nueva York para llevar a cabo investigaciones penales sobre sus acciones.

Mientras la nación veía los desgarradores vídeos del 6 de enero de los partidarios de Trump irrumpiendo en el Capitolio de Estados Unidos durante el juicio de destitución en el Senado esta semana, las autoridades de Georgia anunciaron que han abierto investigaciones sobre los esfuerzos de Trump para anular los resultados de las elecciones del estado, incluso presionando a los funcionarios para “encontrar” votos para inclinar el resultado a su favor.

Las nuevas investigaciones se suman a una lista de problemas legales a los que se enfrenta el expresidente y que podrían amenazar sus finanzas y posiblemente su libertad.

Fuera de su cargo y sin las protecciones que le otorgaba la presidencia, Trump se enfrenta ahora a múltiples investigaciones penales, pesquisas civiles del Estado y demandas por difamación de dos mujeres que le acusan de agresión sexual.

La presión llega mientras Trump sopesa su futuro en la política y en los negocios, con la Organización Trump, que ya se ha visto afectada por la pandemia de Covid-19, perdiendo también asociaciones corporativas tras el discurso de Trump del 6 de enero en el que animó a la multitud.

En las tres semanas transcurridas desde que Trump dejó la Casa Blanca, las múltiples amenazas legales a las que se enfrenta han aumentado y se han hecho más inminentes.