Por primera vez en mucho tiempo, EE.UU. está registrando tendencias alentadoras de Covid-19.

Aunque el domingo se notificaron más de 64,900 nuevas infecciones, fue el menor recuento de casos del país desde octubre. Sólo el mes pasado, las infecciones notificadas superaban las 200,000 al día.

Y California, uno de los estados más afectados por la pandemia, registró el menor aumento de casos diarios desde principios de noviembre. Esto se produce en medio de un descenso constante no sólo de las nuevas infecciones, sino también de las hospitalizaciones y las muertes.

En Nueva York, el gobernador Andrew Cuomo informó de un descenso en las tasas de infección y hospitalización, y dijo que el estado ya había superado la “oleada post-vacacional”.

“Si somos capaces de mantener el impulso en una dirección positiva practicando conductas seguras a nivel individual, así como continuando con la vacunación de los neoyorquinos de la manera más rápida y justa posible, podremos llegar a la luz al final del túnel más rápido de lo que se pensaba y finalmente recuperar algo de normalidad en nuestras vidas”, dijo Cuomo en un comunicado.

Es una buena noticia ver que las cifras de Covid-19 van en la dirección correcta. Pero las cifras siguen siendo altas.

Y a los expertos les preocupa que si los estadounidenses bajan la guardia -especialmente ahora que circulan variantes- podría producirse otra oleada.