Agentes federales estadounidenses se han incautado en las últimas semanas de más de 10 millones de mascarillas N95 falsas de la marca 3M, como resultado de una investigación en curso sobre falsificaciones vendidas en al menos cinco estados a hospitales, centros médicos y organismos gubernamentales, informó AP.
Las incautaciones más recientes se produjeron el miércoles, cuando los agentes de Seguridad Nacional interceptaron cientos de miles de mascarillas 3M falsificadas en un almacén de la Costa Este que iban a ser distribuidas, según las autoridades.
Los investigadores también notificaron a unas 6,000 víctimas potenciales en al menos 12 estados, incluyendo hospitales, instalaciones médicas y otras personas que podrían haber comprado imitaciones sin saberlo, instándoles a dejar de utilizar las mascarillas de grado médico. Las autoridades alentaron a los trabajadores médicos y a las empresas a consultar el sitio web de 3M para obtener consejos sobre cómo detectar las falsificaciones.
“No sólo dan una falsa sensación de seguridad, sino que el individuo expuesto sin equipo de protección es muy peligroso. No tienen ninguna utilidad”, dijo el secretario de Seguridad Nacional, Ali Mayorkas, sobre las mascarillas falsas.
Las máscaras no llegan a través de los distribuidores habituales de 3M, sino que proceden de fuera de la cadena de suministro normal, según las autoridades. Sin embargo, los hospitales y los grupos médicos han sorteado cada vez más las rutinas de compra normales durante la escasez de mascarillas en la pandemia mundial, dijeron las autoridades.
Las máscaras falsas no se someten a pruebas para comprobar si cumplen las estrictas normas N95 y podrían poner en peligro a los trabajadores médicos de primera línea si se utilizan mientras tratan a los pacientes.