“Lo último que necesitamos es el pensamiento neandertal”.

Así reaccionó el presidente Joe Biden a la noticia de que Texas está abandonando los mandatos de máscara y los frenos a las empresas con la esperanza de que las vacunas acaben con Covid-19. El gobernador republicano Greg Abbott declaró el martes que era “hora de abrir Texas al 100%”. No es el único. Mississippi y otros estados y ciudades están eliminando las restricciones en todo Estados Unidos.

La ciencia desprecia la medida de Abbott. La tasa de positividad de las pruebas supera el 12% en Texas, frente a la media nacional del 4,4%. Y menos del 7% de los tejanos están totalmente vacunados, mucho menos que en otros estados. Pero Abbott dice que los tejanos son lo suficientemente inteligentes como para tomar sus propias decisiones sobre cómo frenar la pandemia, a pesar de haber provocado un pico en el Cinturón del Sol el año pasado tras apuntarse a las exigencias prematuras del entonces presidente Donald Trump de reabrir. 

Los cínicos dicen que Abbott busca desviar la atención de su criticada gestión de una tormenta invernal que sumió a gran parte del estado en la oscuridad. Abbott también se enfrenta a la reelección el próximo año y no quiere que un oponente de derecha aún más radical se queje de que arrastró los pies en la reapertura. Y acaba de ver cómo dos posibles rivales para la candidatura presidencial del Partido Republicano en 2024, el gobernador de Florida Ron DeSantis y la gobernadora de Dakota del Sur Kristi Noem, se jactan de haber permanecido abiertos incluso mientras la pandemia asolaba sus estados.

Pero Biden echa humo. La Casa Blanca -aunque pregona un plan acelerado de distribución de vacunas que podría hacer que todos los adultos recibieran una dosis antes de junio- se preocupa de que abrir demasiado pronto proporcione un impulso para las variantes virales que podrían desafiar la eficacia de las vacunas. El Presidente se desahogó ante los periodistas: “Lávense las manos, con agua caliente, háganlo con frecuencia. Lleven una mascarilla y manténganse socialmente distanciados. Y sé que todos ustedes lo saben. Ojalá algunos de nuestros funcionarios electos lo supieran”.