Es muy importante enseñarles a los niños desde que son muy pequeños, que no necesitan del amor de otros para ser felices y plenos; deben saber que ellos valen mucho por lo que son y no por lo que los demás esperan que sean.
Actualmente, los niños son bombardeados con ideas ajenas y estándares de belleza que pueden hacer que en algún momento se sientan inseguros o no suficientes, cuando no se cumple con esos estándares. Ahí es importante enseñarles que el amor y la belleza son conceptos separados y no son condicionantes uno del otro.
Los niños nacen sabiendo que ellos son seres preciosos y únicos, pero la edad, la educación, el entorno, las circunstancias y sus cuidadores empiezan a etiquetarlos, haciendo que se sientan mal sobre ciertos aspectos de su ser, lo que conlleva a que vayan perdiendo la valiosa autoestima.
Como padres, tenemos el deber de alimentarlos emocionalmente con cosas positivas, sin adulaciones sino con palabras, besos, abrazos y compartiendo en familia; también hay que reconocerles sus logros, habilidades y los rasgos positivos de su personalidad.
Algunas ideas para inculcar amor propio a los hijos son:
• Hacer juegos de familia donde cada miembro le diga al otro, 5 cosas positivas o que le agradan de su personalidad.
• Pedirle que se escriba una carta donde reconozca lo que más le gusta de ellos mismos y luego leerla en familia.
• Compartir momentos agradables juntos, por ejemplo, preparar un postre, una cena, etc.
Una persona con mucho amor propio tiene confianza, y la confianza da certeza, y la certeza seguridad y la seguridad es el impulso para hacer muchas cosas , triunfar y ser feliz.