Hay muchas razones para que una pareja se divorcie, pero cuando el motivo es la infidelidad y aunque se mantenga en secreto, afectará negativamente la vida de los hijos. Ante esta situación los hijos:
• Se avergüenzan
Un padre que ha sido infiel, hiere profundamente a su pareja, además que es un acto que causa rechazo social. Cuando se hiere a un progenitor, los niños también se sienten heridos y muy avergonzados para hablar de la situación.
• Se crea confusión
Si a los niños se les pide que sigan ciertas reglas y comportamientos, y sus padres no lo hacen, se preguntarán ¿por qué mis padres si pueden y yo no?
• Cambios
No es extraño que los niños cambien su forma de comportarse después de la infidelidad de uno de sus padres o intenten salirse con la suya cada vez que tengan la oportunidad.
• Rabia
Es bastante común que los niños sientan mucha ira hacia sus padres. Al progenitor que ha sido infiel es fácil echarle la culpa y sentir rabia hacia él, ya que arruinó la relación, pero, también es probable que culpen al padre engañado por no haber evitado la traición de su pareja.