El Congreso trata de poner remedio a las sorpresivas facturas de impuestos que están recibiendo millones de estadounidenses porque sus ingresos por desempleo hacen que tengan derecho a un subsidio de seguro médico menos generoso.

La maestra de preescolar Michele Ryan estuvo a punto de llorar cuando rellenó sus impuestos de 2020 y se enteró de que debe al gobierno más de 3,100 dólares a pesar de haber estado desempleada durante una parte importante del año pasado. Debe unos 1,000 dólares en impuestos sobre los ingresos por desempleo, pero la mayor parte de su factura -2,100 dólares- es para devolver parte del subsidio que recibió para comprar un seguro médico el año pasado.

Según el gobierno federal, Ryan ganó demasiado dinero en el desempleo. Era más dinero del que habría ganado trabajando como maestra de preescolar, y la hizo entrar en un tramo de ingresos diferente que redujo su subsidio de seguro de la Ley de Asistencia Asequible. Está desesperada por mantener el seguro médico en medio de la pandemia y está intentando averiguar cómo pagar la abultada factura.

Ryan se encuentra entre los millones de estadounidenses que se encuentran con facturas de impuestos sorprendentemente grandes en medio de una crisis sanitaria mundial. Finalmente pudo volver a trabajar en una guardería, pero dice que no tiene los 3,100 dólares.