Italia está experimentando actualmente una gran ola de infecciones por coronavirus impulsada por nuevas variantes. Las unidades de cuidados intensivos se están llenando y el gobierno está aumentando las restricciones. El lunes, el país superó las 100,000 muertes.

El trágico hito precedió a un sombrío aniversario: El 9 de marzo de 2020, Italia entró en su primer bloqueo nacional. Fue el primer país occidental gravemente afectado por el virus, mientras su ejército trasladaba ataúdes a almacenes abarrotados y los médicos publicaban fotos de sus rostros magullados tras largas horas de llevar máscaras ajustadas.

“Nunca habríamos pensado que, un año después, nos encontraríamos ante una emergencia semejante”, dijo el Primer Ministro Mario Draghi.

Tras un mes de descenso en el conjunto de los casos de Covid-19 en la Unión Europea, los casos en Italia empezaron a subir de nuevo a partir de mediados de febrero, causados en gran parte por la variante altamente contagiosa vista por primera vez en Gran Bretaña. Algunos epidemiólogos temen que Estados Unidos, donde la variante también se está extendiendo, pueda enfrentarse pronto a un resurgimiento similar de casos.

Aunque Italia es el segundo país de Europa con mayor número de muertes relacionadas con el Covid-19, después del Reino Unido, sólo ha vacunado al 6,4% de su población. En comparación, el Reino Unido ha administrado al menos una primera dosis a un tercio de sus residentes.

Pero la esperanza podría estar en camino: El Ministerio de Sanidad italiano aprobó el lunes la vacuna de AstraZeneca para los mayores de 65 años. Una empresa farmacéutica italiana también planea empezar a producir la vacuna rusa, Sputnik V, este verano, según un informe del periódico italiano Corriere Della Sera.