En una victoria para el movimiento obrero, la Cámara de Representantes aprobó una ley que reformaría las leyes laborales y daría a los trabajadores más poder para organizarse tras décadas de reveses a los sindicatos.

La Ley de Protección del Derecho de Organización, también conocida como Ley PRO, fue aprobada anteriormente por la Cámara a principios de 2020, pero el Senado, entonces bajo control republicano, no la aprobó. La Cámara volvió a aprobarla el martes con una votación de 225-206, en gran parte siguiendo las líneas de los partidos.

Cinco republicanos votaron a favor del proyecto y un demócrata se opuso a la Ley PRO.

El proyecto de ley incluye disposiciones para ampliar la definición de empleado con el fin de permitir que los contratistas independientes se afilien a los sindicatos, poner fin a las llamadas leyes de “derecho al trabajo” al permitir que los acuerdos de negociación exijan cuotas a todos los empleados representados por los acuerdos, y prohibir ciertas acciones antisindicales por parte de los empleadores y las represalias hacia los trabajadores que participan en la organización.