Después de semanas de disputas entre ellos, los republicanos han encontrado algo en lo que están de acuerdo: La oposición unánime al proyecto de ley de ayuda COVID-19, de 1-9 billones de dólares.
El valor político de esa unidad estará en primer plano en las elecciones al Congreso de 2022.
El presidente Joe Biden y los demócratas planean convertir el proyecto de ley de ayuda COVID-19 -y la oposición republicana al mismo- en la piedra angular de las campañas para ampliar sus mayorías en la Cámara de Representantes y el Senado. Se espera que Biden hable del impacto de la ley en un discurso el jueves por la noche, su primer discurso en horario de máxima audiencia como presidente.
Los republicanos, por su parte, afirman que el gasto excesivo y la burocracia gubernamental autorizados por el proyecto de ley, que bate récords, acabarán ayudándoles a recuperar el control del Congreso.
“Este proyecto de ley hace mucho más daño que bien, y el daño que hace sólo hará que nuestros esfuerzos de recuperación sean más difíciles”, dijo la representante Liz Cheney, republicana de Wyoming, miembro del liderazgo republicano de la Cámara.
El líder de la minoría de la Cámara, Kevin McCarthy, republicano de California, calificó el proyecto de ley como “una lista de prioridades de la izquierda que son anteriores a la pandemia”.
