El organismo regulador de los medicamentos en Europa ha declarado que “no hay indicios” de que la vacuna Covid-19 de Oxford-AstraZeneca haya provocado coágulos sanguíneos, mientras sigue aumentando la lista de países que suspenden temporalmente la distribución de la vacuna por motivos de seguridad.

Chipre, Luxemburgo, Letonia y Suecia se convirtieron en las últimas naciones europeas en suspender su uso, a pesar de que la Autoridad Médica Europea (EMA) y otros organismos médicos internacionales han aconsejado que los beneficios de las inyecciones superan los posibles riesgos.

El director de la EMA, que autorizó el uso de la vacuna de Oxford-AstraZeneca para el bloque de 27 países, dijo que los reguladores seguían “firmemente convencidos” de esa evaluación.

“En la actualidad no hay indicios de que la vacunación haya causado estas afecciones, no han surgido en los ensayos clínicos y no figuran como acontecimientos secundarios conocidos o esperados con esta vacuna”, dijo su director ejecutivo, Emer Cooke, en una rueda de prensa digital.