La visita de Donald Trump en el Reino Unido ha generado muchas polémicas, sobre todo por los comentarios que realizó sobre Meghan Markle y su total desconocimiento del protocolo de la realeza británica.

Sin embargo, lo que más ha llamado la atención, es que ningún miembro del equipo de seguridad de Trump fue capaz de detener un gato que los burló.

Larry es el nombre del gato de 10 Downing Street, donde opera el gobierno del Primer Ministro. Dicho felino ya fue adoptado para ser parte del equipo de Theresa May, por lo que tiene el beneficioso de pasearse libremente por el Parlamento británico, pero además, tiene el título oficial de Chief Mouser to the Cabinet Office, es decir, el gatito es el encargado oficial de mantener la sede gubernamental libre de ratas.

Larry se ha robado la atención de los periodistas, pues se dieron cuenta que mientras May recibía a Trump, el gato se apareció sorpresivamente en medio del Servicio Secreto para descansar debajo de The Beast, la famosa limusina presidencial.