Los radicales libres son moléculas que nuestro organismo produce, atacando el colágeno y la elastina, con lo que se genera pérdida de elasticidad y firmeza, provocando arrugas y líneas de expresión.
Los radicales libres se pueden producir por:
Factores endógenos: estrés, deshidratación celular o ejercicio físico excesivo.
Factores exógenos: radiación solar, contaminación atmosférica y el tabaquismo.
¿Cómo se evitan?
Para defendernos de los radicales libres contamos con los Antioxidantes, que son moléculas que previenen y retardan la oxidación producida por los radicales libres.
Los radicales libres los podemos conseguir en:
Vitamina C: se encuentra en los cítricos como la naranja, limón, toronja, pimientos, etc.
Betacaroteno (Provitamina A): Se encuentra en las frutas y verduras de color amarillo, rojizo o anaranjado, por ejemplo, zanahoria, tomate y calabaza.
Cobre y Zinc: estos minerales facilitan la síntesis de colágeno y elastina y ayudan a la renovación celular, elasticidad y tonicidad de la piel.
Polinenoles: Se encuentran en las uvas y el vino tinto.