Convivir con personas de diferentes generaciones no es fácil, pero se puede lograr una convivencia satisfactoria siguiendo estas recomendaciones:
1. PONERSE DE ACUERDO SOBRE LA CONVIVENCIA
No solamente es irse a vivir juntos sin conversarlo con anticipación y establecer unas normas de convivencia que los incluya a todos. Antes de vivir juntos, debe quedar claro cuáles son las responsabilidades de cada uno para que la casa esté limpia y organizada, cómo será el aporte económico de cada uno y otras normas y rutinas, como son el comer juntos, ir al supermercado, etc.
2. ACOMODACIÓN
Si van a vivir en casa de sus padres, es importante respetar las decisiones de los padres o suegros en lo que a la asignación de habitaciones se refiere. Después, hay que respetar el espacio de cada cual y su intimidad.
Adicionalmente, viene la asignación de los baños y otros espacios, sobre todo si van a vivir niños en esa casa o si los abuelos tienen problemas de movilidad.
Hay que tener muy claro, que para tener una convivencia pacífica es fundamental saber que cada persona deberá tener su espacio o zona personal para que pueda tener tranquilidad. Si la casa no es muy amplia, se puede recurrir a la asignación de horarios para el uso de ciertos espacios comunes.
3. RESPETO
Convivir baja un mismo techo no nos da el derecho de opinar o tratar de influir en las decisiones y la vida de los demás. Se pueden dar consejos si se nos piden; nunca se debe recriminar al otro por no atender nuestros consejos o por no actuar como lo haríamos nosotros.