Wall Street es un manojo de nervios por los posibles picos de inflación desde que los demócratas aprobaron el mes pasado 1.9 billones de dólares de estímulo económico. Y el martes se produjeron algunos de los primeros indicios de inflación.

Los precios al consumo de marzo subieron un 2.6% en comparación con el mismo mes del año pasado. Se vieron impulsados, en particular, por el aumento de los precios de la energía, incluido el costo de la gasolina, que se disparó un 22.5% en los últimos 12 meses que terminaron en marzo. Los precios del petróleo se vieron afectados el año pasado y no volvieron a los niveles anteriores a la pandemia hasta principios de 2021.

Sólo en marzo, los precios al consumo subieron un 0.6%. Esto fue más de lo esperado, así como el mayor aumento desde agosto de 2012.

Excluyendo los costos de la energía, así como los precios de los alimentos, que aumentaron un 0.1% el mes pasado, los precios al consumidor de Estados Unidos todavía subieron un 1.6% respecto al año anterior, según revelaron los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales. Esto es más de lo que los economistas habían previsto.

Los precios de los coches y camiones usados -que recibieron un gran impulso durante la segunda mitad del año pasado, ya que la gente de todo el país compró vehículos en respuesta a las restricciones de viaje- subieron un 0.5% en marzo, marcando su primer aumento mensual desde octubre. En términos interanuales, los precios de los vehículos usados siguen subiendo un 9.4%.

Otros costes de transporte, como las tarifas de las aerolíneas y el transporte público, también subieron en marzo, un 1.8% después de tres meses consecutivos de descensos. Esta subida se debe principalmente a los aumentos de los precios del alquiler y el seguro de los coches. Sin embargo, los costos de transporte siguen siendo inferiores en términos interanuales.