En la formación de tu hijo, para que sea una persona empática, feliz y con habilidades sociales, influye mucho lo que le enseñas cuando es pequeño.
Si acompañas y te relacionas con tu hijo de forma amorosa, con seguridad se creará un vínculo fuerte entre los dos que será garantía de armonía y felicidad para tu hijo cuando sea adulto.
Por esto, debes abrazarlo, darle besos y reir juntos, para contribuir a su felicidad.
Reír con tu hijo, hará que crezca sano emocionalmente y tenga gran autoestima, con capacidad de relacionarse con los demás de manera sana y feliz.
Recuerda siempre que el tiempo que compartas con tu hijo debe ser de calidad no de cantidad, donde predomine la comunicación asertiva, el respeto, el amor y muchas sonrisas.
El sistema nervioso central se activa cuando nos reímos, y se fortalece con el contacto físico.