Las tasas de vacunación están disminuyendo en Estados Unidos, a pesar de la propagación de variantes del virus altamente contagiosas que están alimentando un número de casos a nivel nacional que sigue siendo lo suficientemente alto como para subrayar la preocupación por la posibilidad de un nuevo aumento.

El sábado se notificaron más de 50,000 nuevos casos en EE.UU., y las tasas de casos son similares a las de la segunda oleada del verano pasado, aunque han disminuido significativamente con respecto a la tercera oleada del invierno. Pero la media de dosis de vacunas que se administran cada día, que aumentó durante meses y alcanzó un máximo de 3.38 millones, ha descendido ahora a 2.86 millones, su nivel más bajo desde el 31 de marzo, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

La tasa de vacunación dejó de subir el 13 de abril, cuando las autoridades sanitarias federales recomendaron suspender el uso de la vacuna de Johnson & Johnson para permitir a los investigadores examinar un raro trastorno de la coagulación de la sangre que apareció en seis receptores. La Administración de Alimentos y Medicamentos levantó la pausa el viernes, optando por añadir una advertencia sobre el riesgo en el etiquetado de la vacuna.

Los expertos no están seguros de por qué las tasas de vacunación han empezado a descender, ni de si las dudas sobre las vacunas, un problema anterior a la pausa de Johnson & Johnson, son totalmente culpables. Sugieren que la cuestión es más complicada. Los expertos creen que muchos estadounidenses que estaban ansiosos y dispuestos a vacunarse ya lo han hecho, y entre los no vacunados, algunos se oponen totalmente mientras que otros se vacunarían si fuera más accesible para ellos.