Alguna vez has pensado ¿Cómo afectan nuestros problemas de pareja a nuestros hijos? Y sobre todo ¿Qué se puede hacer para que estos problemas los afecten lo menos posible?
Muchas veces los niños pueden perjudicarse por los problemas de sus padres, aunque ellos no se griten ni se peleen frente a ellos. Los niños logran percibir si existen desacuerdos o conflictos entre sus padres.
Se debe recordar también, que los hijos aprenden de sus padres cómo enfrentar sus problemas, cómo resolver sus conflictos y cómo expresar sus emociones.
Algunas veces sucede que uno de los padres involucre a sus hijos en la pelea, hablando mal de su pareja, haciendo que el niño tome partido hacia alguno de sus padres o sirva de mensajero entre los dos.
CONSECUENCIAS NEGATIVAS
- Inseguridad
- Aislamiento
- Depresión
- Rebeldía
- Sentimiento de impotencia
- Agresividad
- Dificultades escolares
- Irritabilidad
- Sentimiento de culpa
- Confusión
- Ansiedad
Estos sentimientos negativos pueden llegar a generar problemas en los niños cuando llegue el momento de tener una vida de pareja.
RECOMENDACIONES
• Se debe hablar con los hijos sobre lo que está ocurriendo y decirles que el problema es entre los padres y él no tiene nada de culpa.
• Nunca involucrar a los hijos en las peleas maritales.
• No desautorizar al otro padre
• Tener en cuenta las palabras que usamos durante una discusión con la pareja, ya que los hijos aprenden de ellos.