El paso más importante, es eliminar el azúcar refinado, los alimentos con almidón y los alimentos procesados.
La pectina y la fibra interfieren en la circulación enterohepática reduciendo el LDL. Pero también debes prestar atención a equilibrar el LDL con el HDL, lo que reducirá tu factor de riesgo cardiovascular cuando hagas ejercicio regularmente.
Por último, elimine las grasas trans (margarina y comidas rápidas) y sustituya los alimentos con alto contenido en grasas saturadas (como los productos lácteos) por productos lácteos con bajo contenido en grasas saturadas.