El presidente Biden aprovechó el comienzo de su discurso ante el Congreso anoche para celebrar la rapidez del programa de vacunación del país. Y merece mucho crédito por ello.
Después de que el programa tuviera un comienzo desorganizado bajo la administración Trump, Estados Unidos ha puesto al menos una vacuna a más de la mitad de los adultos. Los únicos cuatro países que están por delante de Estados Unidos son Israel, Emiratos Árabes Unidos, Chile y Gran Bretaña.
Pero el programa de vacunación estadounidense ha tenido algunos problemas. El número medio de vacunas diarias ha disminuido un 20% en las últimas dos semanas.
Si las vacunaciones hubieran seguido su ritmo anterior, unos 10 millones de estadounidenses más habrían recibido su primera vacuna este mes. El hecho de que no lo hayan hecho provocará más casos de Covid-19, hospitalizaciones y muertes de las necesarias.
“Todavía hay más trabajo que hacer para vencer a este virus”, dijo Biden anoche. “No podemos bajar la guardia”.