El ataque de DarkSide, un grupo delictivo relativamente nuevo que se cree que tiene sus raíces en Europa del Este, puso de manifiesto la notable vulnerabilidad de infraestructuras estadounidenses clave.
El presidente Biden dijo el lunes que Estados Unidos “desbaratará y perseguirá” a una banda criminal de piratas informáticos llamada DarkSide, a la que el F.B.I. atribuyó formalmente un enorme ataque de ransomware que ha interrumpido el flujo de casi la mitad de los suministros de gasolina y combustible para aviones en la Costa Este.
El FBI, claramente preocupado por la posibilidad de que el ransomware se extienda, emitió una alerta de emergencia a las compañías eléctricas, proveedores de gas y otros operadores de oleoductos y gasoductos para que estuvieran atentos a códigos como el que bloqueó Colonial Pipelines, una empresa privada que controla el principal oleoducto que transporta gasolina, gas y combustible para aviones desde la costa del Golfo de Texas hasta el puerto de Nueva York.
El oleoducto permaneció fuera de servicio durante el lunes como medida preventiva para evitar que el malware que infectó las redes informáticas de la empresa se extendiera a los sistemas de control que gestionan el oleoducto. Hasta ahora, los efectos sobre la gasolina y otros suministros energéticos parecen mínimos, y Colonial dijo que esperaba tener el oleoducto en funcionamiento de nuevo a finales de esta semana.