El gobernador Greg Abbott firmó una de las medidas más restrictivas del país en materia de aborto, prohibiéndolo después de las seis semanas de embarazo, mientras los legisladores de Texas adoptan un enfoque de derecha dura en temas importantes.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó una de las medidas más restrictivas del país en materia de aborto, que prohíbe el procedimiento después de las seis semanas de embarazo y empuja al estado a un debate nacional cada vez más intenso sobre los derechos reproductivos.
La legislación, también conocida como la “ley del latido”, equivale a una prohibición total del aborto, ya que muchas mujeres no son conscientes de que están embarazadas a las seis semanas. También permitiría a cualquier ciudadano particular demandar a los médicos o empleados de las clínicas de aborto que realicen o ayuden a organizar el procedimiento.
La ley de Texas llega en un momento potencialmente crucial en la larga lucha por el derecho al aborto. Esta semana, el Tribunal Supremo ha anunciado que estudiará un caso de Mississippi que podría socavar el caso Roe v. Wade, la decisión de 1973 que estableció el derecho constitucional al aborto.
El caso será el primero sobre el aborto bajo la nueva mayoría conservadora de 6-3 del tribunal, lo que da a los activistas antiabortistas la esperanza de imponer su estrategia de aprobar leyes restrictivas en las legislaturas estatales.