Si el lluvioso y gélido fin de semana del Día de los Caídos en Nueva York supuso la cancelación de las barbacoas y los viajes a la playa, revivió otro tipo de tradición de los días de lluvia en la ciudad: hacer cola para ver arte, escuchar música y ver películas, de una forma que se sintió liberadora tras más de un año de pandemia.

El creciente número de neoyorquinos vacunados, unido a la reciente relajación de muchas restricciones por el coronavirus, supuso un cambio dramático y feliz respecto al Memorial Day del año pasado, cuando los museos estaban inquietantemente vacíos, los clubes nocturnos apagados y los carteles anticuados colgados fuera de las salas de cine cerradas.

En el Museo Metropolitano de Arte, el sábado y el domingo atrajeron a más de 10.000 visitantes cada uno, un récord para el museo durante la pandemia, y aproximadamente el doble de las cifras de hace dos meses, antes de que el estado aflojara las restricciones de capacidad.

Por supuesto, la pandemia aún no ha terminado: En la ciudad de Nueva York se registra una media de 383 casos al día. Pero se trata de un descenso del 47% respecto a la media de hace dos semanas.

También hubo muchos recordatorios físicos de la pandemia, con máscaras, controles de temperatura y distanciamiento social que siguen siendo parte de la vida en muchos lugares.