Joe Biden tuvo un mensaje duro en su discurso del Día de los Caídos, un discurso que los presidentes normalmente utilizan en gran medida para honrar el sacrificio de los muertos en la guerra de Estados Unidos.

“La propia democracia está en peligro, aquí en casa y en todo el mundo”, dijo Biden. “Lo que hagamos ahora, cómo honremos la memoria de los caídos, determinará si la democracia perdurará o no”.

Los acontecimientos de los últimos días han subrayado la idea, antes impensable, de que la democracia está en problemas en Estados Unidos: Los senadores republicanos bloquearon una investigación independiente y bipartidista sobre la insurrección violenta incitada por el ex presidente. En Texas, los demócratas abandonaron la Cámara de Representantes del estado mientras los republicanos intentaban aprobar un proyecto de ley que dificultaría el voto, especialmente para los estadounidenses de raza negra. Los republicanos del estado planean aprobar la medida de todos modos. También, el ex-asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump, Michael Flynn -exjefe de inteligencia y teniente general retirado-, pareció musitar que lo que realmente necesita Estados Unidos es un golpe militar como el de Myanmar.

Los cambios demográficos y una creciente generación de estadounidenses diversos, socialmente liberales y seculares están desafiando a un bloque blanco, conservador y religioso que vio un salvador en Trump. En lugar de adaptar su atractivo a esos estadounidenses, los conservadores tratan de mantener el poder político fuera de sus manos.

Los demócratas están tratando de impulsar proyectos de ley en el Senado que ampliarían el voto anticipado y por correo, restaurarían las protecciones para los votantes negros, establecerían normas nacionales para las elecciones y facilitarían el voto. Pero los republicanos ejercen el poder del filibusterismo -que requiere 60 votos en el Senado de 100 escaños para aprobar leyes importantes- y es casi seguro que podrán bloquear la legislación.

Como dijo Biden: Lo que se avecina es “la lucha por el alma de los propios Estados Unidos”.