Una mujer húngara llamada Szilvia-Nagy fue protagonista de una asombrosa historia de sobrevivencia y amor maternal:
Ella, tenía un embarazo muy avanzado y fue diagnosticada con COVID-19, por lo que la enviaron a hacer cuarentena en casa; pero, su condición se agravó y no podía respirar, por lo que su esposo Bedo Nagy la llevó al hospital y le diagnosticaron neumonía. Ella quedó internada en una unidad de cuidados intensivos con un ventilador, luego un pulmón artificial y un coma inducido.
Permaneció en coma inducido más de un mes y cuando despertó, se enteró que su hija había nacida por cesárea. Su esposo llamó a su hija Napsugar, que significa sol y cuidó de la bebé mientras Szilvia se recuperaba.
Días después pudo regresar a casa y conocer a su hija. Actualmente toda la familia Nagy está bien.
Los médicos dicen que este es un caso fascinante e inusualmente complicado.