Cuando se tiene una relación de pareja de muchos años, puede llegar la rutina, el aburrimiento y hasta las peleas. Estos sentimientos algunas veces llevan a que algún miembro de la pareja llegue a la infidelidad.
En nuestra sociedad, la infidelidad no se cuestiona de la misma forma, ya que dependen de quien fue el “infiel”.
También se cree que es más fácil que una mujer perdone a su pareja por una infidelidad que si ocurre, al contrario.
¿Por qué?
Porque culturalmente se dice que “todos los hombres son infieles”, que “son débiles en ese aspecto” y hasta culpan a la mujer por la infidelidad por ser una “robamaridos”.
También, muchas mujeres crecieron viendo a su madre perdonarle a su padre sus infidelidades.
La imagen de una esposa sumisa y dedicada por completo a su hogar e hijos ya casi no se ve en la actualidad; ellas hoy en día son más independientes, emprendedoras y empoderadas, lo que podría conllevar a que la mujer tenga autonomía sobre su sexualidad y relaciones amorosas. Así, si una mujer se siente insatisfecha con su relación de pareja, puede caer en la tentación de ser infiel.
Pero, la sociedad sigue con el paradigma de que las mujeres son buenas, santas e incorruptibles, y cuando esa imagen se rompe, la mujer infiel es más “castigada” y cuestionada. Sin embargo, eso no implica que su pareja no pueda perdonar una infidelidad.
Para lograr perdonar y rescatar la relación, se debe tener en cuenta lo siguiente:
• Entender los motivos que la llevaron a ser infiel.
• Preguntarse si es la primera vez que lo hace o es algo recurrente.
• Analizar muy bien si se tiene la verdadera capacidad de perdonar y sanar la relación.
• Entender que no eres culpable de sus acciones.
• Tener muy presente que, si no se puede volver a tener confianza, la relación no podrá ser igual que antes.