A estas alturas, probablemente ya sepa que todo se está encareciendo. Desde los muebles, los coches de segunda mano hasta los cortes de ternera, los precios al consumo no han dejado de crecer desde enero, a medida que la economía se recupera y los estadounidenses vuelven a gastar dinero.
La pandemia en curso ha complicado las cadenas de suministro, limitando la oferta, incluso cuando la demanda de bienes se dispara.
En general, los precios al consumo subieron un 5% el mes pasado con respecto a mayo, el mayor salto desde el verano de 2008 y más que el aumento previsto del 4.7%.