Puede ocurrir que ya tienes una relación estable con tu pareja y has tenido un bebé, pero todavía vives en la casa de tus padres y eso te causa molestia.
Aquí te damos algunas razones para no preocuparte por ese motivo:
Primero que todo debes analizar cuáles son las verdaderas razones para seguir viviendo en casa de tus padres: es por dependencia económica o afectiva, o se trata de una circunstancia diferente y temporal, en donde ellos pueden brindarte mucho apoyo, por ejemplo, para tu desarrollo profesional o para ahorrar dinero y poder comprar tu propio lugar.
Vivir en la casa de tus padres te da algunas ventajas especialmente si tu pareja y tu trabajan de tiempo completo y ya tienen un hijo. Si tu bebé aún está muy pequeño es mejor dejarlo en casa con tus padres que llevarlo a una guardería.
Pero, para que no haya conflictos se deben dejar en claro algunos aspectos, especialmente en lo que respecta a la educación de tu hijo y la administración de los recursos. Debes apreciar y agradecer la gran ayuda que tus padres te brindan y sigue las siguientes recomendaciones:
• No permitas que tu pareja irrespete o hable mal de tus padres
• No pongas a tus padres por encima de tu pareja
• Trata a tus padres con respeto y cariño
• No permitas que te presionen para que tomes partido en una pelea entre tu pareja y tus padres
• Todos deben de tener claro que en algún momento se van a presentar diferencias y que deben resolverlas adecuadamente.