El cardo santo, cuyo nombre científico es Cnicus benedictus y que en algunas regiones se llama cardo bendito, es una planta perteneciente a la familia de las asteráceas.
Esta planta se conoce desde la antigüedad (Edad Media) y se usaba con frecuencia para tratar algunos síntomas de la peste bubónica, enfermedad que causó muchas muertes en Asia y Europa entre los años 1347 y 1353.
Mide aproximadamente 60 cm de alto, tiene grandes hojas cubiertas de vellosidades y produce flores de color amarillo.
PROPIEDADAS DEL CARDO SANTO
El cardo santo contiene sesquiterpénicas, de la clase gemacranólido, como en el caso de la benedictina y la cnicina. También contiene flavonoides como el kenferol, glucósidos del del apigenol y luteol.
Además, contiene aceites esenciales, taninos, sales minerales y alcaloides especialmente en sus frutos.
La cnicina del cardo santo tiene sabor amargo que produce efectos aperitivos, antibióticos, antiinflamatorios y diuréticos.
Los aceites esenciales tienen propiedades antifúngicas y bacteriostáticas.
Los flavonoides tienen efectos diuréticos.
Otras propiedades de esta planta son los efectos colagogos, astringentes, fefrífugos y desinfectantes.
NOTA: No confundir el cardo santo con el cardo mariano, que a pesar de contar con propiedades similares y ser de la misma familia, son plantas totalmente diferentes.