Según la OMS, dejar el hábito de fumar cigarrillo aumenta los años de esperanza de vida. Los años que se incrementan dependen de la edad en que se deja de fumar. Por ejemplo, una persona que deja de fumar a los 30 años, ganará aproximadamente 10 años de vida; si lo abandona a los 40 años, se ganan 9 años de esperanza de vida. Los que dejan el cigarrillo a los 50 ganan 6 años de esperanza de vida.
Cuando un fumador recibe un diagnóstico de una enfermedad grave, el hecho de dejar de fumar le brinda un beneficio rápido.
Al dejar el hábito de fumar, también se benefician los fumadores pasivos, que son las personas que conviven con el fumador; por ejemplo, los niños disminuyen el riesgo de sufrir enfermedades respiratorias y otitis.
Dejar de fumar, además de aumentar la expectativa de vida, también trae muchos beneficios, como: las mujeres disminuyen el riesgo de tener partos prematuros o abortos espontáneo y los hombres disminuyen la posibilidad de sufrir de impotencia.
Un estudio publicado en la Biblioteca Cochrane dice que las personas que han dejado de fumar, experimentan sentimientos positivos y mayor bienestar psicológico.
Algunos fumadores intentan dejar este hábito por su propia cuenta, mientras que otros buscan ayuda, pero no reciben el tratamiento o el apoyo que necesitan, lo que los lleva a sentir frustración y a pensar que no hay bienestar.
Sin embargo, las investigaciones al respecto muestran que, si cuando se pide ayuda y recibe el tratamiento correcto, de puede dejar de fumar sin sufrir.
En muchos casos el tratamiento para dejar de fumar incluye el uso de fármacos y psicoterapia de apoyo. Generalmente, se sugiere la terapia de reemplazo nicotínico como son el uso de parches o chicles de nicotina, el medicamento vareniclina y el bupropión.