El Plan de Rescate Americano de 1.9 billones de dólares anunciado en marzo, así como el paquete de ayuda para la pandemia de 900,000 millones de dólares aprobado en diciembre, se crearon para que el dinero saliera rápidamente.
Pero una de las consecuencias de esta estrategia es que la política fiscal en los próximos trimestres restará crecimiento económico.
Los expertos financieros prevén en su mayoría que la economía, con un fuerte impulso en el mercado laboral y enormes reservas de ahorro reprimido por parte de los hogares, será lo suficientemente fuerte como para seguir creciendo a pesar de la desaparición del impulso fiscal. Para evitar una recesión económica, debe producirse un enorme traspaso de la demanda impulsada por el gobierno al sector privado.
La mayoría de los estadounidenses con derecho a recibir cheques de estímulo de un total de 2,000 dólares por persona ya los han recibido. El Departamento del Tesoro dijo este mes que 395,000 millones de dólares de ese efectivo ya han sido enviados.
Aunque los pagos del seguro de desempleo siguen siendo elevados, ese gasto también está disminuyendo a medida que la gente vuelve a trabajar. Gran parte del resto del gasto fue a corto plazo, centrado en cosas como la distribución de vacunas, o se gastará de forma muy gradual, como en un crédito fiscal ampliado para niños y subvenciones a los gobiernos estatales y locales.