Cuando pensamos y hablamos del deseo de convertirnos en madres, llegan a nuestra mente las experiencias bonitas que acompañan esta vivencia.

Sin embargo, cuando este sueño se hace realidad, debemos vivir la experiencia de ser madres integralmente, es decir, con sus momentos lindos, pero también los difíciles.

Ser madre implica dar amor incondicional, se hacen muchas ilusiones y esperanzas, pero también hay preocupaciones, frustraciones y renuncias.

Así, algunas mujeres pueden decir “me arrepiento de ser mamá”. A continuación, te mostramos algunos aspectos sobre este asunto:

EMOCIONES

Cuando llegan sentimientos que censuramos y reprimimos a nivel emocional, los catalogamos como emociones negativas. Cuando se trata de maternidad, también juega un papel importante el factor social de la opinión ajena. Sin embargo, hay que darse el permiso de mostrar las emociones y pensamientos sin juzgarlos y catalogarlos como negativos.

Para esto, se puede recurrir a una amiga para hablar del tema, escribir los sentimientos en un diario o buscar ayuda de un especialista.

CONTEXTUALIZAR

Así como cuando estamos casadas, nos preguntamos de vez en cuando cómo sería estar soltera, también puede llegar el interrogante de cómo sería la vida sin haber tenido hijos.

Aunque las mujeres que se arrepienten de ser madres aman a sus hijos incondicionalmente, también pueden sentir el gran esfuerzo, renuncia, responsabilidad y compromiso que esto conlleva.

ESTEREOTIPOS

En nuestra sociedad todavía existe la creencia que para tener una vida feliz y plena se debe pasar por las etapas del enamoramiento, la boda y los hijos.

Así, estos estereotipos sociales, relacionados con la maternidad pueden generar mucha ansiedad y altas expectativas que pueden no hacerse realidad y llevan a la frustración.