Un grupo de estados del medio oeste y del sur han surgido como un nuevo centro de brotes de Covid-19, a medida que la variante Delta, altamente transmisible, se extiende por las poblaciones poco vacunadas de los Estados Unidos.

La noticia supone un revés potencialmente grave para los intentos de la administración Biden de frenar y controlar la pandemia, ya que la variante Delta -que ha causado estragos en el Reino Unido y otros lugares- está empezando a extenderse más ampliamente en América.

También se produce cuando la vida en gran parte de EE.UU. ha empezado a volver a la normalidad, con el levantamiento de muchas restricciones de Covid-19, y cuando el programa de vacunación se ha ralentizado.

Las tasas de casos de Covid-19 en Kansas, Oklahoma, Missouri, Arkansas, Louisiana y Mississippi están entre las más altas del país, y sus tasas de vacunación entre las más bajas. El Covid también parece estar ganando terreno en el oeste americano.

Aun así, el número total de nuevos casos de Covid-19 es bajo. Las nuevas infecciones son menos de una décima parte de la tasa media diaria en el punto álgido de la pandemia en enero, aunque se hayan duplicado en las dos últimas semanas.

“No estamos donde estábamos en abril de 2020”, afirmó el Dr. David Dowdy, profesor asociado de epidemiología de la Universidad Johns Hopkins y experto en enfermedades infecciosas. Sin embargo, dijo, “hemos visto que esos recuentos pueden subir sustancialmente y con rapidez, por lo que debemos ser cautelosos, pero sin entrar en pánico.”

Los brotes localizados ponen de manifiesto una creciente división en la adopción de vacunas entre los estados de EE.UU., ya que un complejo conjunto de condiciones ha dejado a los lugares de tendencia republicana y rural con tasas de vacunación generales más bajas que los estados de tendencia demócrata.