Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, visitó el viernes Hiroshima, en Japón, y su vicepresidente John Coates visitó Nagasaki, en vísperas del inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio la próxima semana. Un grupo de 11 grupos antiolímpicos y pacifistas presentaron una carta a Tokio oponiéndose a la visita de Bach.
Los Juegos se celebran a pesar del estado de emergencia en Tokio y de la persistente oposición en Japón del público en general y de la comunidad médica debido a la pandemia de COVID-19.
Bach y Coates están utilizando el telón de fondo de las ciudades, golpeadas con bombas atómicas por Estados Unidos en 1945, para promover el primer día de la llamada Tregua Olímpica, una tradición de la antigua Grecia que fue revivida por una resolución de las Naciones Unidas en 1993.