Un organismo estatal votó a favor de exigir que muchas estructuras comerciales nuevas, junto con los proyectos residenciales de gran altura, tengan energía solar y almacenamiento en baterías.

Los reguladores de California votaron a favor de exigir a los constructores que incluyan energía solar y almacenamiento en baterías en muchas estructuras comerciales nuevas, así como en proyectos residenciales de gran altura. Se trata de la última iniciativa en los vigorosos esfuerzos del estado por acelerar la transición de los combustibles fósiles a las fuentes de energía alternativas.

La Comisión de Energía de California, compuesta por cinco miembros, aprobó la propuesta por unanimidad. Ahora será abordada por la Comisión de Normas de Edificación del Estado, que se espera que la incluya en una revisión general del código de edificación en diciembre.

El plan energético, que entraría en vigor el 1 de enero de 2023, también exige que las nuevas viviendas estén cableadas de forma que se facilite e incluso se fomente la conversión de la calefacción y los electrodomésticos de gas natural a fuentes eléctricas renovables.