Las alarmas estuvieron a tope este fin de semana, pues en el mismísimo hospital donde se ha dado cita toda la prensa desde hace días para dar seguimiento al estado de salud de Vicente Fernández, llegaba un nuevo “hospitalizado VIP” de urgencia, y se trataba de Julio Preciado.
Desde ese día se conoció que el “Gigante de la Banda”, tenía que internarse debido a que le tenían que realizar una cirugía debido a un problema con el ojo derivado de la explosión de un vaso sanguíneo.
Pues afortunadamente el resultado de la intervención fue exitoso, y de hecho fue ambulatoria, es decir no tuvo que permanecer internado más de un día y de paso dio ya detalles de los motivos por los que terminó prácticamente ciego, pues se había ya operado las cataratas pero todo empezó con un derrame por un coágulo formado en su ojo derecho, mismo que le hizo perder la vista por completo de manera momentánea, situación que lo alertó y decidió acudir al hospital: “La altura de Guadalajara y un coraje que hice con uno de mis músicos, hizo que eso me provocara un coágulo en mi ojo derecho, y perdí completamente la vista, veía muy borroso, nada más la pura silueta es lo que podía ver’’, declaró.
El cantante tuvo que pasar varios días con un parche en el ojo para evitar mayores daños y en cuanto se percató de esta situación, y ya que no presentaba ningún síntoma físico, decidió llamar a su oculista para describir lo que había pasado: ‘’Hablé con mi oculista de Guadalajara, que fue el que me operó en Mazatlán y me quitó mis cataratas. Yo me tomé fotos y parecía que no tenía nada, pero no veía nada en el ojo derecho, el doctor me dijo que fuera’’.
Incluso con un buen humor y más relajado, comentó lo que le dijo el médico: ‘Estás muy bien, solo te voy a dejar un día más con el parche para mañana ya quitártelo, y ya te voy a dejar las pastillas y las gotas, pero no va a pasar de ahí, en tres días vas a estar bien’.
Y para todos los que dicen que se la ha pasado haciéndose arreglitos también dejó un mensaje: “Muchos dicen que estoy en crisis de la edad, o por qué me hago tanta cirugía, pero por ejemplo, el someterme a la operación para bajar de peso, les juro que no es por vanidad, sino por salud, para darme un descanso a mí mismo, a mi cuerpo y a mi familia. Con esto comienzo una nueva etapa, una saludable y así van a bajar mis niveles de glucosa, la hipertensión que padezco estará más controlada, entre otras cosas”.