Ya lo sabes, ser mamá es maravilloso, pero no es fácil, y si piensas que puedes ser una madre perfecta, te decimos que eso no es posible.
Tal vez creas que dejando de lado tus necesidades y otras responsabilidades, para dedicarte a tu hijo te hace una mamá perfecta, pero no es así. Existen las mamás amorosas que dan lo mejor de ellas para que sus hijos sean felices y crezcan en un ambiente sano y amoroso.
A continuación, encontrarás algunas razones por las que no puedes ser mamá perfecta:
• Cuando recién nace el bebé, cuesta identificar los sentimientos y necesidades del niño, pero poco a poco, aprendes a conocer a tu hijo.
• Muchas veces puedes sentir impaciencia, rabia y frustración, pero no debes sentirte culpable por sentirlo.
• Le puedes dar la seguridad de que siempre estarás con tu hijo cuando necesite apoyo, pero también pueden estar separados y poder hacer tu vida como mujer, no solo como madre.
• Se puede pedir ayuda y apoyo cuando te sientas desbordada por tus responsabilidades.
• Tienes que aprender a separar tus propios conflictos de los que tengas con tu hijo.