Tras las protestas generalizadas contra el gobierno el mes pasado, el gobierno cubano está recibiendo ahora una crítica sin precedentes por parte de los trabajadores de la salud que dicen que los funcionarios se equivocaron en la respuesta de la isla a la pandemia.

Símbolos del sistema de salud socialista impulsado por Fidel Castro, los médicos y las enfermeras suelen ser elogiados como “héroes de bata blanca” por los medios de comunicación estatales de la isla.

En los últimos años, los trabajadores sanitarios cubanos se han convertido también en un generador clave de divisas para el gobierno comunista, que vende sus servicios a países que necesitan médicos.

Pero mientras Cuba se enfrenta a la escasez de medicamentos y oxígeno y los hospitales se ven desbordados por el aumento de los casos de coronavirus, las tensiones entre el gobierno y los trabajadores de la salud -que están obligados a trabajar para el Estado- han estallado.