Al comienzo de la relación todo es color de rosa y pensamos que siempre será así. Pero, eso no ocurre; una vez pasa la etapa del enamoramiento, la relación puede entrar en una etapa de rutina y puede crearse una crisis de pareja.
En esos momentos puedes sentir que la relación no va más y deben terminar o puedes decidir aferrarte a esta a toda costa, aunque la situación sea insostenible.
Por esto, es conveniente saber cuándo hay que ponerle fin a la convivencia, aunque también puedes optar por tomarte un tiempo para pensar y decidir.
Existen algunas razones de peso que llevan a la terminación de la convivencia; estas son:
DIFERENCIAS
Cuando en la relación existen diferencias que crean una brecha entre los dos, y ni siquiera el amor es suficiente, es el momento de reflexionar y encontrar la respuesta.
NEGATIVIDAD
Si tienes sentimientos negativos hacia tu pareja y no puedes controlarte, sería una señal clara. Si esto te pasa, podrías optar por hacer una comparación de los pros y los contras de seguir con la relación.
INFIDELIDAD
Después de una infidelidad es muy difícil volver a tener confianza en la pareja. Y, si además es recurrente, acabará con tu autoestima y vivirás en medio de la inseguridad. Ahí, aunque sea muy doloroso, es mejor terminar la relación y tener la certeza que ese dolor se puede superar y hasta puedes volver a enamorarte.