El nombre de Síndrome de Asperger viene del pediatra Hans Asperger, quien en el año 1944 describió una combinación de patrones de comportamiento que presentaban algunos de sus pacientes, especialmente varones.
Asperger notó que esos niños tenían una inteligencia y desarrollo normal del lenguaje, pero presentaban problemas con las aptitudes sociales, además presentaban dificultad para comunicarse con los demás y también tenían problemas de coordinación.
De acuerdo con algunos estudios, el Síndrome de Asperger aparece de forma tardía, comparado con el autismo típico. Generalmente entre los 5 y los 9 años son las edades en las que reciben el diagnóstico.
¿Qué es el Síndrome de Asperger?
Es una condición que se caracteriza por problemas en la interacción social, extraños patrones de habla, obsesiones y otros. Estos niños tienen problemas para interpretar el lenguaje corporal de los demás.
También se concentran en rutinas obsesivas y son muy sensibles a los estímulos sensoriales.
Estos niños tienen la capacidad para desempeñarse con normalidad en la vida diaria.
Los niños con Asperger se relacionan mejor con las personas adultas que con los de su misma edad, y algunas veces son considerados excéntricos o raros.
Respecto a la movilidad, presentan retrasos en la motricidad, son torpes en sus movimientos y presentan preocupaciones peculiares.
Los adultos con Asperger suelen tener problemas para mostrar empatía hacia los demás y continúan con problemas en la interacción social.
Esta condición dura toda la vida, pero los síntomas pueden incrementarse o disminuirse con el tiempo.
SÍNTOMAS
Los síntomas del Asperger son similares a los de otros trastornos del comportamiento, por lo que el diagnóstico debe hacerlo un especialista basado en la evaluación del paciente.
Los síntomas más comunes son:
• Poca interacción social o inapropiada.
• Lenguaje repetitivo, robótico o cifrado.
• Conversaciones basadas en sí mismo y no en los demás.
• Carencia de sentido común
• Dificultades con la lectura, escritura o las matemáticas.